Si la tentación te viene
y el calor se agrava
la paciencia hiere
y el temor se marcha.
Cuando la misión se tercia
y la mirada escapa,
la tentación gana
y la batalla empieza.
Si de la esperanza vives
y del disimulo tragas
más crece la daga
cuán más cerca las miradas.
Cómo del placer se muere
y por él se respira
aquí crece lo que duele
y aquí muere lo que aviva.
Si la perdición levanta
y el silencio se respira
la pasión escampa
y la poesía termina.
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